25.3.16

Día 1. Novena a la Divina Misericordia

El 30 de abril del año 2000, coincidiendo con la canonización de Santa Faustina, “Apóstol de la Divina Misericordia”, Su Santidad Juan Pablo II instituyó oficialmente la Fiesta de la Divina Misericordia a celebrarse todos los años en esa misma fecha: domingo siguiente a la Pascua de Resurrección.

Nuestro Señor dio instrucciones a Santa Faustina para que la fiesta se preparara con una novena, en la cual se reza la Coronilla a la Divina Misericordia, ofreciéndola cada día por la intención indicada también por nuestro Señor a la Santa. Esta novena comienza hoy, Viernes Santo, y la publicaré para quienes deseen prepararse de ésta manera para la Fiesta de la Divina Misericordia

Faustina, don de Dios a nuestro tiempo, don de la tierra de Polonia a toda la Iglesia, concédenos percibir la profundidad de la misericordia divina, ayúdanos a experimentarla en nuestra vida y a testimoniarla a nuestros hermanos. Que tu mensaje de luz y esperanza se difunda por todo el mundo, mueva a los pecadores a la conversión, elimine las rivalidades y los odios, y abra a los hombres y las naciones a la práctica de la fraternidad. Hoy, nosotros, fijando, juntamente contigo, nuestra mirada en el rostro de Cristo resucitado, hacemos nuestra tu oración de abandono confiado y decimos con firme esperanza: "Cristo, Jesús, en ti confío".  (Homilía de S.S Juan Pablo II, 30 de Abril del 2000)



NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA

* * *
DÍA PRIMERO
(Se reza la Coronilla a la Divina Misericordia, ofrecida por la siguiente intención:)

Hoy traeme 
A TODA LA HUMANIDAD, ESPECIALMENTE A TODOS LOS PECADORES. y sumérgelos en el mar de Mi misericordia. De esta forma Me consolarás de la amarga tristeza [en] que me sume la pérdida de las almas.

Jesús tan misericordioso, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu muy compasivo Corazón y nunca nos dejes salir de Él. Te lo suplicamos por Tu amor que Te une al Padre y al Espíritu Santo.

Padre eterno, mira con misericordia a toda la humanidad, y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el Corazón de Jesús lleno de compasión, y por Su dolorosa Pasión muéstranos Tu misericordia para que alabemos Su omnipotencia por los siglos de los siglos. Amén

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